
El pasado viernes 21 de noviembre vivimos una jornada muy especial en SPI Tecnologías. Nos desplazamos a Barbastro para celebrar un encuentro de equipo en un entorno único: Bodegas Fábregas. Más allá de desconectar de la rutina diaria, el objetivo fue reconectar con nuestra esencia como equipo, fortalecer vínculos y trabajar juntos desde la inteligencia emocional.
La experiencia comenzó con una visita guiada a la bodega, conducida por Gonzalo Alcalde Fábregas, enólogo y representante de la quinta generación de esta empresa familiar. Recorrimos sus instalaciones mientras compartía con nosotros el legado, la historia y la pasión que hay detrás de cada botella. Todo ello bajo la atenta mirada de Flor Fábregas Canales, gerente de la bodega, que nos recibió con una hospitalidad cercana y atenta que marcó el tono de toda la jornada.
Durante la mañana, aprovechamos también para recoger algunos testimonios en vídeo de nuestro equipo. Enrique Español, nuestro CEO, destacó algo que nos representa profundamente:
“La fortaleza de SPI Tecnologías reside en su gran equipo, que es capaz de ayudar a los clientes sin necesidad de que ese cliente sea un súper experto tecnológico. Nuestro equipo es capaz de reconocer sus necesidades, de analizarlas, y conjuntamente con ellos, de una forma transparente y fácil, ayudarles en su día a día, usando la informática, las nuevas tecnologías y la digitalización, como una herramienta”.
Después de esta primera toma de contacto, nos sumergimos en una serie de dinámicas dirigidas por Loreto Gabarre, fundadora de Turismo con Alma. Loreto, especialista en mindfulness, nos propuso actividades pensadas para desarrollar competencias clave en nuestro día a día profesional: confianza, escucha activa, adaptación al cambio, creatividad y empatía.
El viaje emocional comenzó con ejercicios centrados en romper barreras y construir confianza entre compañeros. A continuación, las dinámicas creativas nos invitaron a despertar nuestro lado más lúdico, conectando con la
espontaneidad y la cooperación. Reímos, compartimos y, sobre todo, nos redescubrimos como equipo.
Uno de los momentos más potentes fue la llamada actividad de los sueños. Cada uno debía mantener su globo en el aire… y el de los demás. Lo que parecía un simple juego nos hizo reflexionar profundamente sobre cómo, en ocasiones, enfocarnos solo en nuestras metas individuales nos puede hacer perder de vista la importancia de ayudar a quienes tenemos al lado. Fue una lección clara sobre apoyo mutuo y compromiso colectivo.
José Antonio Liesa, consultor de empresas, también compartió su visión durante la jornada:
“En SPI trabajamos para adaptar soluciones tecnológicas a la medida de nuestro cliente”.
A lo largo del día también surgió esa chispa de competitividad natural, que nos permitió observar los roles que asumimos en diferentes contextos: liderazgo, mediación, ejecución… Concluimos que la verdadera fortaleza de SPI Tecnologías está en la colaboración y el entendimiento mutuo.
Irene Farré, desde el área de administración, nos recordó:
“Lo que nos diferencia en nuestra empresa es que sabemos las necesidades de nuestros clientes, aportamos cercanía y los más de 30 años de experiencia nos avalan”.
A media jornada hicimos una pausa para compartir un cóctel servido por La Frutería del Vero, un referente local en Barbastro que apostó por productos frescos, sabrosos y muy bien presentados. Una elección coherente con nuestros valores: lo local, lo cercano, lo auténtico.
Miguel Grau, desde el área de desarrollo de software, también aportó su reflexión:
“En nuestra área nos centramos en desarrollar, mejorar y adaptar soluciones tecnológicas enfocadas en cubrir las necesidades presentes y futuras de nuestros clientes”.
Esta jornada no solo fue un día diferente, fue un espacio para cuidarnos como equipo, reforzar nuestra identidad y recordar que la tecnología que ofrecemos solo es posible gracias a las personas que la construyen, la adaptan y la hacen útil.
Seguimos avanzando como equipo. Y lo hacemos con la seguridad de que, cuando hay cohesión, visión compartida y valores humanos, todo proyecto cobra sentido.
